El 8 de julio de 1884 la Argentina inició un gran viaje hacia la alfabetización gracias a la sanción de la Ley 1420 de Educación Común. El proyecto recogió las principales ideas de Sarmiento y estableció que la escuela primaria debía ser pública, obligatoria y gratuita.
viernes 8 de julio de 2016 | 2:05 PM |Al igual que otros grandes avances de la sociedad, esta revolución educativa se consiguió después de fuertes debates entre los legisladores, promovidos desde la prensa. Los principales puntos que dividían las aguas eran la enseñanza religiosa, la formación mixta dentro de las aulas y la inherencia que tendría el Estado.
La presión de la Iglesia consiguió que no se incluyera el laicismo como una característica de esta nueva concepción educativa, sin embargo dejó de dictarse catequesis como una materia. A partir de entonces, la religión se impartió en el aula fuera del horario de clases y solo bajo autorización de los padres.
Un ya anciano Sarmiento llegó a participar del debate y pudo impulsar sus premisas dentro de la legislación que se terminó de cristalizar el 8 de julio de 1884, bajo la presidencia de un mandatario con el que rivalizaba, Julio A. Roca.
Esta ley de educación pública, gratuita, obligatoria, tolerante y graduada fue un paraguas bajo el cual se ampararon los estudiantes de todo el país y además fue profundamente democratizadora porque permitió bajar la tasa de analfabetismo y habilitó un concreto ascenso social.